Declaraciones de Javier Herrán sobre la fiebre inmobiliaria del Centro Histórico de Burgos

centro-historico-burgos Vista aérea del Centro Histórico de Burgos
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“¿Es posible vender toda una promoción de vivienda nueva en menos de dos meses? Si además esos pisos rara vez bajan de los 300.000 euros y en algunos casos alcanzan precios cercanos a los 800.000, ¿es creíble? ¿Ha comenzado un periodo de florecimiento al menos relativo para el sector del ladrillo? ¿Vuelve la banca a apostar por financiar a promotores y particulares? La respuesta a todo es sí y la cuestión es porqué”.

No es casual, el boom de la vivienda en el centro histórico podría parecer una moda, pero no hay modas cuando en la mayoría de los casos se trata de poner 50 kilos de los de antes para empezar a hablar. Javier Herrán, el promotor que se la jugó a tumbar el edificio de Moneda con Almirante Bonifaz y levantarlo nuevo, expone sus razones.

«La primera es que el precio de la vivienda ha bajado. En el 2007 un piso de cien metros en el G-3 valía 300.000 euros y ahora en esos precios puedes comprar en el centro, donde entonces la vivienda era, simplemente, inaccesible. La segunda es que hay un cliente cautivo de nivel medio-alto que tiene capacidad para entrar en estas operaciones, a los que se suman otros que ven cómo sus ahorros no le aportan nada y la bolsa se cae y buscan un valor seguro líquido. Y la tercera, y esto lo he visto en toda España, es que con la normalización del mercado la gente vuelve a las zonas ‘prime’ de las ciudades», concreta el empresario.

Eso sí, Herrán cree que el comprador de vivienda en el centro no obedece a un perfil de necesidad («el que realmente necesita una vivienda no va al centro», matiza) y advierte que la ‘fiebre del centro’ «puede ser un espejismo, así que conviene no emborracharse de euforia». «Creo que hay que ser cautos para no repetir errores del pasado. Estas viviendas no las compra gente que necesita hipotecar el 80%, y ese tipo de cliente podría estar agotado con lo que se ha vendido» en los últimos meses, zanja.

En el  bloque ubicado entre las calles Moneda y Almirante Bonifaz, la constructora Javier Herrán trabaja en la construcción de un nuevo edificio de 17  viviendas con superficies que oscilan entre los 80 y los 130 metros cuadrados. «Quedan dos apartamentos de dos habitaciones. El resto se vendió en un mes y medio, que evidentemente es mucho menos tiempo del previsto.

Fuente: Diario de Burgos